La sequía diezma los refugios de las aves que anidan en la Maxorata

La falta de precipitaciones ha dejado sin agua a los escasos reductos de vegetación que existen en medio del paisaje semidesértico de Fuerteventura. Lo que está reduciendo la presencia de aves migratorias y puede poner en riesgo la próxima nidificación.
Respetados por la comunidad científica por su rica biodiversidad, los humedales majoreros este año se enfrentan a una grave sequía que ya comienza a afectar a sus principales inquilinos: los centenares de aves acuáticas que eligen estos enclaves como lugar de reproducción o de descanso en su paso de Europa a África.
Fuerteventura cuenta con cinco grandes humedales: el Saladar de Jandía, una marisma reconocida internacionalmente como zona Ramsar, y las charcas artificiales de Catalina García, en Tuineje; la Rosa del Taro y la presa de Los Molinos, en el municipio de Puerto del Rosario; y la presa de Las Peñitas, en Betancuria.

Desde hace años, son parada obligatoria para ornitólogos llegados de toda Europa y una alternativa más al turismo de sol y playa. Sin embargo, los humedales de la Isla no pasan por su mejor momento. A la suelta de especies invasoras y al acopio de agua con fines agrícolas se une un invierno de los más secos que se han registrado en los últimos años.
Esta falta de lluvias se materializa en una reducción del hábitat necesario para que puedan reproducirse las aves acuáticas migratorias que llegan a la isla antes de cada primavera. Ahora, a las visitantes de los humedales majoreros les falta alimentación y también superficie de descanso.
El ornitólogo y colaborador de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), Marcelo Cabrera, reconoce que ha sido un año duro para la reproducción de determinadas aves acuáticas.
Fuente:http://www.laprovincia.es/fuerteventura/2012/08/05/sequia-diezma-refugios-aves-anidan-maxorata/474597.html?utm_source=rss

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